Icónico, imponente y absolutamente hermoso, el Palacio de Bellas Artes es el recinto cultural más importante de México, reconocido y respetado en todo el mundo. Se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad de México y es sede de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Ópera y el Ballet Folclórico de Amalia Hernández. También alberga diversas obras de arte dentro de las que destacan murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. En su interior se encuentran, también, el Museo de Bellas Artes y el Museo Nacional de Arquitectura.
Se proyectó a finales del siglo XIX como parte de diversas obras públicas que se llevarían a cabo para festejar el centenario de la independencia de México en 1910. Su construcción comenzó en 1904 y estuvo a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari, pero la obra tuvo que interrumpirse al iniciar la Revolución Mexicana. Aunque se intentó reanudar de manera intermitente, el proyecto corrió peligro de modificarse o cancelarse. Cuando México alcanzó por fin una estabilidad relativa, se reanudó la construcción en 1931 y se inauguró oficialmente en 1934.
Dado que su concreción abarcó tantos años y muchos arquitectos y artistas intervinieron, su estilo general es ecléctico: mientras que el exterior es netamente art nouveau, en su interior predomina el art decó fuertemente influenciado por la época nacionalista de los 30’s. Destaca que el escenario principal tiene un telón de cristal diseñado y fabricado por la Casa Tiffany & Co. en el que están representados los majestuosos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Cabe mencionar que, a lo largo de sus más de 85 años de existencia, este recinto ha presentado una gran cantidad de obras teatrales, de ópera, conciertos sinfónicos, filarmónicos y populares, exposiciones pictóricas o de otra índole, nacionales e internacionales; tomas de posesión presidenciales… hasta homenajes luctuosos de las figuras más representativas de la cultura y las artes de México.